Nicolás Paladini se convirtió en uno de los galanes del verano. No por portación de apellido (es sobrino del dueño de una de las fábricas de embutidos más importantes de nuestro país), el rosarino se adueñó del corazón de Jésica Cirio, juntitos, recorrieron los boliches top de la movida esteña, como si fueran una pareja de años. Ya de regreso, en febrero, se los vio navegando en un yate por las costas del río Paraná; y en marzo, la presentación oficial fue en el cumpleaños de la modelo–vedette en Puerto Madero. Todo parecía ir bien, pero algo ocurrió, la relación se cortó, y el romance duró sólo cuatro meses.
A Nicolás su fama y su apellido lo ayudaron a seguir ilusionado con más diosas. Así, de boliche en boliche, conoció a algunas de las modelos más famosas. Pero puso los ojos en otra rubia, Rocío Guirao Díaz. Sin pareja en ese momento, Rocío aceptó la primera salida con Paladini, y desde esa noche son.... pareja. Sí, están juntos. “Se están conociendo”, como les gusta decir a ellos.
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